inspirado en una historia verídica...
no recuerdo cuantos dueños yo llamé la semana pasada. demasiados. no recuerdo cuantos pisos yo fui a ver con mi compañera. no, sí Recuerdo, fueron siete. y había algo mal con todos. el primero piso era bonito y el precio por mes era más barato que la mayoría, pero cuando yo lo visité, el dueño dijo algo sobre una nómina. ¿qué fue? no entendí. despues de nuestra conversación, me preocupaba que mis documentos no fueran suficiente para ese dueño, y por eso yo no traté de alquilar su piso. (¡y qué pena! el dueño era guapo…) los otros pisos eran feos, o si eran bonitos no estaban amueblados, o en el caso de uno, estaba manejado por una mujer muy loca y glotona. y el vencimiento de mi arrendamiento se estaba acercando… Hasta con la ayuda de mi amiga – que llamaba a los dueños por teléfono y me servía de matona – no podía encontrar una situación ideal. en el fin, yo tomé el piso de algunos amigos de mi amiga. ellos pueden hablar inglés, y yo podría haber evitado todas las dificultades con los dueños y sus pisos si en el principio hubiese tomado ese piso. bueno. por lo menos, yo he podido practicar mi español. ¿dónde fue el dueño de ese primero piso?
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